Los clientes afectados han contratado un abogado y piensan en demandar a la compañía.
Magela y Rodrigo Esquivel vivieron una de sus peores experiencias de sus vidas. Según explicaron a Local 10 News, la pareja encontró que la comida que ordenaron en Dunkin Donuts de Hollywood, al norte de Miami, estaba llena de sangre.
“¿Qué pasa si están infectados con el VIH, la hepatitis o cualquier otra cosa”, decía Rodrigo Esquivel. Su esposa, Magela, también decía que estaba “muy preocupada” por las consecuencias en su salud a largo plazo.
Según el recibo, el domingo 16 de febrero a las 8:49pm compraron algo de comida en el establecimiento de Dunkin Donuts situado en 516 North State Road 7 y ordenaron un par de donuts.
Magela dijo que vio que la mano de la empleada que le estaba sirviendo la comida estaba envuelta en una servilleta cuando le entregó la bolsa con la orden. Ella empezó a comer su rosquilla de crema y le dio una llena de gelatina a su esposa.
Entonces, ahí, se percató de que había algo más que gelatina. Más que nada porque Magela es enfermera. Se dio cuenta de que, en realidad, era sangre.
La pareja se miró las manos para asegurarse de que no tenían cortes y regresaron de nuevo al Dunkin Donuts.
Según el video, solo habían pasado 10 minutos. Cuando regresaron, la misma empleada seguía sirviendo a los clientes con el dedo aún envuelto en una servilleta.
Cuando le dijeron que el donut estaba lleno de sangre, la empleada admitió que en ese momento se había dado cuenta de que se había cortado y se estaba limpiando.
“Te daré otro donut”, le contestó ella. “¡No, no quiero otra rosquilla! Me comí la mitad con sangre y no sé qué es lo que puedes tener”, le respondió Magela.
La mujer tuvo que parar la grabación porque sintió náuseas y vomitó. La pareja fue después al hospital Jackson Memorial para hacerse pruebas y, según le indicaron, deberán someterse a dos chequeos más a lo largo de este año.