Carolyn Eubanks, una mujer de 63 años que tenía una afección cardíaca y necesitaba una máquina de oxígeno, murió durante un intento de rescate desesperado por parte de sus familiares después de que se quedó sin energía en la tormenta navideña que golpeó el norte de Nueva York.
Una pareja en Buffalo protegió el cuerpo de Eubanks, quien murió frente a su casa en la víspera de Navidad durante la brutal tormenta que dejó al menos 38 muertos en la zona, la más afectada en todo el país.
El hijo de Eubanks, Antwaine Parker, le dijo a Buffalo News que sabía que su madre no sobreviviría mucho tiempo en su casa sin electricidad y con un suministro de oxígeno cada vez menor.
Cuando los operadores del 911 le dijeron a Parker que no podían hacer nada por su madre, él y su hermanastro, Kenneth Johnson, decidieron arriesgarse a realizar el típico viaje de 10 minutos desde Cheektowaga hasta su casa. Pero en las condiciones del sábado 24 de diciembre les tomó siete horas agotadoras hacer el viaje.
Cuando finalmente llegaron a la casa de Eubanks intentaron llevarla a su automóvil, que tuvieron que estacionar a dos cuadras de distancia. Pero rápidamente su madre se cansó, dijo Parker.
Desesperado, Parker golpeó las puertas de varias casas en Ideal Street. Finalmente, un residente, David Purdy, respondió. Después de que Parker explicó la gravedad de la situación, él salió con sus pantuflas y una camiseta para ayudar.
Parker, Johnson, Purdy y otro vecino usaron un trineo para llevar a Eubanks al porche delantero de Purdy a través de ventisqueros de hasta 3 o 4 pies de altura.
Una vez dentro, Purdy y Parker intentaron resucitar a Eubanks, pero pronto quedó claro que había muerto. El cuerpo de Eubanks quedó cubierto dentro de la casa. Cuando el calor y la electricidad regresaron el domingo, se trasladó al porche para frenar la descomposición, con la aprobación de Parker.
Las carreteras y el principal aeropuerto fueron reabiertos en Buffalo casi una semana después de la tormenta histórica que afectó principalmente a esa ciudad del norte de Nueva York, donde también se reportaron saqueos, cortes eléctricos y escasez de alimentos y medicinas entre residente atrapados en casa.
Las autoridades continuaban ayer patrullando de puerta en puerta, buscando personas que podrían haber muerto o están atrapadas y sufriendo después de la tormenta navideña Elliot que comenzó el viernes 23 y acumuló hasta 49 pulgadas en algunas zonas.