Este miércoles 9 de agosto, la junta militar de Níger acusó a Francia de “intentar desestabilizar» el país tras presuntamente violar su espacio aéreo, cerrado desde el pasado 6 de agosto, y de liberar a 16 presos “terroristas” para atacar el suroeste de la nación. Sin embargo, Francia rechazó esas acusaciones.
Entretanto el exrebelde y político, Rhissa Ag Boula, lanzó un movimiento con el que promete restituir al derrocado presidente Mohamed Bazoum, la primera señal de resistencia interna contra el Ejército.
La vía diplomática parece estar cada vez más lejos en Níger. Sin presentar pruebas, este miércoles 9 de agosto, la junta militar acusó a las tropas de Francia de llevar a cabo un presunto «plan para desestabilizar el país”, al asegurar que un avión francés violó el espacio aéreo de su territorio.
Además, afirmó que París habría liberado de manera «unilateral» a 16 «terroristas» que habían sido arrestados anteriormente para atacar en la nación.
Así lo sostuvo en un video el portavoz de la junta, Amadou Abdramane. Sin embargo, poco después el Gobierno francés rechazó esas acusaciones.
“Su objetivo es que los terroristas ataquen nuestras posiciones en la región de Tillaberi, en el suroeste de Níger”, sostuvo Abdramane.
La tensión es latente. El espacio aéreo nigerino fue cerrado por los militares desde el pasado 6 de agosto, cuando venció el ultimátum de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) para restituir en el cargo al presidente destituido Mohamed Bazoum. El bloque regional amenazó entonces con una intervención militar.
La tensión con Francia no es algo nuevo en Níger, ni en otros países vecinos que fueron excolonias francesas como Mali o Burkina Faso. Este miércoles las autoridades militares también detuvieron al hijo del embajador de Níger en Francia, drissa Kané, en Niamey.
Según las informaciones publicadas por medios locales, Kané estaría involucrado en un caso de presunta malversación de fondos públicos.
Este nuevo roce se da en un momento crítico: los líderes de la Cedeao están a punto de discutir cuáles son sus opciones en Níger, entre ellas la intervención militar, si bien la organización ya ha dicho que ese sería el último recurso.
Entretanto, los problemas no paran de llegar a la mesa de la junta militar nigerina. En las últimas horas, se anunció un nuevo actor en el conflicto interno de Níger: el Consejo de Resistencia para la República (CRR).
Ag Boula, el rostro de la nueva resistencia interna
Se llama Rhissa Ag Boula y encabeza la nueva resistencia interna contra el golpe de la junta militar en Níger. Este miércoles, el opositor de la etnia tuareg y exministro de Estado anunció la creación del Consejo de Resistencia para la República (CRR), que tiene como objetivo restituir al presidente Bazoum, bajo arresto en su residencia desde el golpe de Estado.
Ag Boula, una figura muy reconocida de la rebelión tuareg en el país, comunicó la creación del CRR mediante una carta, así como sus demandas: el restablecimiento del orden constitucional, la reinstauración del gobierno del presidente depuesto, Mohamed Bazoum, y la detención del líder de la junta militar y el general Abdourahamane Tiani.
“Níger es víctima de una tragedia orquestada por personas encargadas de protegerlo”, apuntó Boula en el comunicado.
El exrebelde apuntó que dará su apoyo a la Cedeao y a cualquier otra organización o potencia internacional que intente “restaurar el orden constitucional” en Níger y agregó que «estará disponible” para cualquier propósito “útil”.
Ag Boula tuvo un papel destacado en los levantamientos de los tuaregs, un grupo étnico nómada presente en el desierto del norte de Níger, entre las décadas de 1990 y 2000. Pero más tarde, como muchos otros rebeldes, se integró en el gobierno de Bazoum.
El martes 8 de agosto, la junta militar rechazó recibir a una delegación tripartita de mediación compuesta por representantes de la Cedeao, Unión Africana y la ONU, y alegó que tal visita era inoportuna «ante el contexto actual de enfado y revolución del pueblo contra las sanciones impuestas por la Cedeao».
“Queremos llegar a un diálogo constructivo en contra de la práctica infame de manipulación de las masas, el uso de los civiles como milicias, así como la tentación de recurrir a mercenarios, criminales de guerra conocidos bajo el nombre de Wagner», sostenía el comunicado.
Fuentes internas del CRR señalaron que varias figuras políticas de Níger se habían unido al grupo, pero que no podían hacer pública su lealtad por razones de seguridad. Si bien no se sabe el alcance del nuevo movimiento de resistencia, el apoyo de los tuaregs sería clave para el gobierno de facto, ya que tienen gran poder en el norte del país.
El CRR está en el bando de la ONU, las potencias occidentales y la Cedeao, que exigen que la junta restablezca el gobierno civil, a pesar de que su éxito para contener a los terroristas del Sahel ha sido relativo.
Nuevas sanciones contra la junta militar
La nueva tanda de sanciones contra Niamey está en camino. Los países de la Unión Europea han comenzado a sentar las bases para imponer las que serán sus primeras sanciones contra el régimen golpista.
Un funcionario y un diplomático de la UE en condición de anonimato aseguraron a la agencia Reuters que el bloque ha comenzado a discutir los criterios para las medidas punitivas.
«El siguiente paso serían las sanciones contra los miembros individuales de la junta» considerados responsables, afirmó el diplomático de la UE.
La Cedeao también ha entrado en acción. Bola Tinubu, presidente de Nigeria, dictó las nuevas sanciones a través del Banco Central de Nigeria con el objetivo de golpear directamente a los involucrados en el golpe.
En paralelo, Occidente ha expresado su preocupación por el bienestar del presidente Bazoum y su familia, que según su asesor presidencial, se “están quedando sin comida”. La familia estaría en su residencia sin electricidad y con escasas reservas de alimentos.
No obstante, el portavoz de Bazoum aseguró que el mandatario “nunca renunciará” a su cargo.
Con Reuters, AP y medios locales