El huracán Ian ha tocado tierra de nuevo, esta vez en Carolina del Sur, después de causar una franja de destrucción en Florida a principios de esta semana.
CHARLESTON, S.C. (AP) – El Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. dice que el centro de Ian llegó a tierra el viernes por la tarde cerca de Georgetown con vientos máximos sostenidos de 85 mph (140 kph).
Ian golpeó la costa del Golfo de Florida como un poderoso huracán de categoría 4 con vientos de 240 kph (150 mph) el miércoles, inundando hogares y dejando a casi 2,7 millones de personas sin electricidad.
Con vientos que se mantenían en 85 mph (140 kph), la actualización del Centro Nacional de Huracanes a las 11 a.m. del viernes situaba a Ian a unas 60 millas (95 km) al sureste de Charleston.
El aviso de huracán del centro se extendía desde el río Savannah hasta Cape Fear. El pronóstico preveía una marejada ciclónica de hasta 2,1 metros (7 pies) en algunas zonas costeras de Carolina, y lluvias de hasta 20 centímetros (8 pulgadas).
En Florida, los equipos de rescate piloteaban botes y vadeaban las calles ribereñas el jueves para salvar a miles de personas atrapadas entre casas inundadas y edificios destrozados por el huracán Ian.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo el viernes que los equipos de rescate habían ido de puerta en puerta a más de 3.000 hogares en las zonas más afectadas.
Entre los fallecidos en Florida se encuentra un hombre de 67 años que estaba esperando a ser rescatado y cayó en aguas crecientes dentro de su casa de New Smyrna Beach a última hora del jueves, según informó la Oficina del Sheriff del Condado de Volusia. Los vehículos de patrulla no habían podido llegar hasta él porque las carreteras estaban inundadas.
Al menos tres personas murieron en Cuba tras el paso del huracán el martes.
En la zona de Fort Myers, los negocios cercanos a la playa fueron completamente arrasados, dejando escombros retorcidos. Los muelles rotos flotaban en ángulos extraños junto a los barcos dañados. Los incendios ardían en los terrenos donde antes había casas.
El huracán arrasó el parque de unas 60 casas, dejando muchas destruidas o destrozadas sin posibilidad de reparación, incluida la casa de Goodison. Vadeando el agua hasta la cintura, Goodison y su hijo cargaron con dos cubos de basura que contenían lo poco que pudo salvar: un aire acondicionado portátil, algunas herramientas y un bate de béisbol.
Los equipos de emergencia cortaron con sierra los árboles derribados para llegar a las personas que habían quedado atrapadas. Muchos de los habitantes de las zonas más afectadas no pudieron pedir ayuda debido a los cortes eléctricos y de telefonía móvil.
Las tropas de la Guardia Nacional están siendo posicionadas en Carolina del Sur para ayudar con las secuelas, incluyendo cualquier rescate en el agua. Y en Washington, el presidente Joe Biden aprobó una declaración de emergencia para el estado, un paso necesario para acelerar la ayuda federal para la recuperación una vez que Ian pase.
En Carolina del Norte, el gobernador Roy Cooper instó a los residentes a prepararse para los torrentes de lluvia, los fuertes vientos y los posibles cortes de energía.