Los equipos de búsqueda y rescate continúan sobre el terreno en la isla hawaiana de Maui buscando supervivientes tras los devastadores incendios que la arrasaron.
ROCHESTER, Massachusetts (WPRI) – Beth McLeod, que vive en Rochester, MA tiene familia entre los desaparecidos. La abuela de sus hijos, Linda Vaikeli, vive en Lahaina, que ha quedado devastada por los incendios.
No han podido ponerse en contacto con ella porque no hay cobertura en la isla.
«El complejo de apartamentos donde vivía ha desaparecido», explica McLeod. «Todo ha desaparecido».
Dijo que Vaikeli fue vista por última vez por su marido el martes cuando salió de su casa para ir a una cita en el otro lado de la isla.
«Tratando de volver a casa después de la cita es cuando todas las carreteras estaban cerradas», dijo McLeod. «Así que no pudo volver a la ciudad».
Todas las llamadas al teléfono de Vaikeli van al buzón de voz, dijo McLeod, y no está claro si fue evacuada o no.
«Me preocupa su salud», dijo McLeod. «Ella es diabética … ella camina con un bastón, o con un andador en este momento. Me preocupa que haya podido salir».
McLeod dijo que también ha estado en contacto con los equipos de la Cruz Roja.
«Sólo espero que alguien haya podido llegar hasta ella y ayudarla a evacuar», dijo.
12 News también habló con el hijo de Linda, Jason Musgrove, y su amiga Veronica el viernes por la noche. Dijo que siguen siendo remitidos a la Cruz Roja, que no les da ninguna información. Han intentado llamar a los refugios y a la policía, pero Jason dijo que los refugios suelen estar cerrados a las 5 de la tarde y no responden a sus llamadas.
«Lo más duro de todo es lo desconocido», afirma Jason. «Sólo quiero una respuesta de cualquier manera… no somos la única familia que se siente así en este momento».
«Eso es lo que realmente nos frustra, la sensación de desesperanza», añadió Verónica.
A medida que las horas se convierten en días, las preocupaciones de Beth siguen aumentando. Pero una cosa positiva, dice, es ver la avalancha de apoyo a la isla.
«El espíritu aloha es fuerte y la gente se está uniendo, pero queda mucho por hacer», afirma.