Una mujer de 60 años accidentalmente se perforó el ojo y el cerebro con una pajita de metal ecológico y murió, según informó The Independent.
Las razones de la muerte de Elena Struthers-Gardner se han hecho públicas después de que un juez de instrucción y un forense advirtieran sobre el peligro de este tipo de popotes, que se usan para sustituir a las cañas de plástico.
Según el medio británico, la mujer se encontraba en su casa bebiendo de un tarro de cristal con tapón de rosca cuando se desplomó en la cocina. Desafortunadamente, la mujer cayó sobre el popote ecológico de acero inoxidable que sobresalía del tarro –y que medía unos 25 cm–. La cánula le atravesó la cuenca del ojo izquierdo y le perforó el cerebro.
Gardner fue llevada al hospital, donde los médicos descubrieron que el popote había dañado su tronco encefálico. La mujer fue conectada a soporte vital para ayudarla a respirar. Pero según el medio australiano News, su familia decidió desconectarla.
Elena era propensa a desmayarse debido al dolor de las lesiones en su columna, provocadas por un accidente de equitación que tuvo a los 21 años.
“Me parece que estas pajitas de metal no deben usarse con ningún tipo de tapa que las mantenga en su lugar. Parece que el principal problema aquí es que, si la tapa no hubiera estado en su lugar, la pajita se habría movido”, adivirtió el forense Brendan Allen.
Hace unos años, la cadena Starbucks retiró casi tres millones de pajitas de metal después de que se reportara que varios niños se habían cortado la boca al beber.
