El propietario de un petrolero griego ha sido condenado por un juez estadounidense a pagar 2,25 millones de dólares en multas y sanciones tras verter aguas de sentina aceitosas en el océano durante un viaje transatlántico y admitir otras infracciones medioambientales cometidas por su capitán y su jefe de máquinas.
PROVIDENCE, R.I. (AP) – Zeus Lines Management S.A. fue multada con más de 1,68 millones de dólares en una sentencia formal dictada el martes y pagará 562.500 dólares adicionales a la National Fish and Wildlife Foundation para financiar proyectos que beneficien a los recursos naturales marinos y costeros de Rhode Island, según un comunicado del fiscal federal del estado.
La empresa y los dos tripulantes habían aceptado las sanciones en mayo.
El Galissas, propiedad de Zeus, transportaba un cargamento de gasóleo de Rotterdam (Países Bajos) a Rhode Island en febrero de 2022 cuando vertió casi 37.000 litros de agua de sentina y no informó a los guardacostas de una situación peligrosa en los tanques de carga.
El capitán del Galissas, el capitán José Ervin Mahinge Porquez, había admitido anteriormente haber infringido la Ley de Seguridad de Puertos y Vías Navegables por no haber informado a la Guardia Costera, antes de entrar en aguas de Rhode Island, de que el sistema que garantiza niveles seguros de oxígeno en los tanques de carga no funcionaba.
Cuando se informó a la Guardia Costera, ésta comprobó que los niveles de oxígeno registraban más del doble del límite permitido y ordenó al buque que se alejara de la costa para no poner en peligro a la comunidad de Newport.
El jefe de máquinas, Roberto Cayabyab Peñaflor, admitió haber infringido la Ley de Prevención de la Contaminación por los Buques por verter a sabiendas agua de sentina aceitosa sin tratar directamente del petrolero al mar, según declaró la fiscalía federal.
El agua de sentina no se procesó con el equipo de prevención de la contaminación exigido, y los vertidos ilegales no se registraron en el libro de registro de hidrocarburos del buque, como exige la ley, según los fiscales.
Porquez y Peñaflor son residentes en Filipinas.
Los acusados también cumplirán un periodo de libertad condicional de cuatro años, durante el cual todos los buques operados por la empresa que hagan escala en puertos estadounidenses deberán atenerse a un estricto plan de cumplimiento de las normas medioambientales.