(CNN) — El presidente Donald Trump despidió el martes a Chris Krebs, el funcionario del Departamento de Seguridad Nacional que había rechazado las afirmaciones del mandatario de un fraude electoral generalizado.
Trump anunció en Twitter que despide a Chris Krebs, director de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad, y lo vinculó directamente con la declaración de Krebs que decía que «no hay evidencia de que ningún sistema de votación haya eliminado o perdido votos, haya cambiado votos o haya de cualquier forma estado comprometida «.
«La reciente declaración de Chris Krebs sobre la seguridad de las elecciones de 2020 fue muy inexacta, ya que hubo fraudes y faltas masivas», dijo Trump en un tuit antes de repetir múltiples teorías de conspiración infundadas sobre las elecciones. «Por lo tanto, con efecto inmediato, Chris Krebs ha sido despedido como director de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad».
CNN informó que Krebs, que dirigía el brazo cibernético del Departamento de Seguridad Nacional, esperaba ser despedido.
En el período previo a las elecciones, Krebs a menudo había disputado en silencio las repetidas afirmaciones falsas del presidente sobre las boletas electorales por correo, pero hizo todo lo posible para no criticar a su jefe por difundir mentiras.
Pero en los días que siguieron, Krebs adoptó un enfoque más contundente publicando regularmente en Twitter, a menudo con emojis de sirena roja estridentes, verificaciones de hechos de las afirmaciones y teorías de conspiración impulsadas por Trump, sus aliados y partidarios en todo el país.
Qué mostró Krebs antes de que lo despidiera Trump
Krebs ha sido responsable de una renovación ampliamente elogiada de los esfuerzos de ciberseguridad del departamento y de una creciente coordinación con los gobiernos estatales y locales, como primer director de CISA. Se desempeñó como uno de los funcionarios federales de seguridad nacional más importantes que supervisó una elección que, según todos los informes, transcurrió sin problemas.
Los adversarios extranjeros no pudieron afectar ninguno de los votos, dijo CISA, y fue «la elección más segura en la historia de Estados Unidos», según ellos y el grupo más amplio de funcionarios electorales públicos y privados. Esa fue la declaración por la que el presidente decidió despedir a Krebs el martes por la noche.
Krebs mantuvo la verificación de los hechos de la conspiración del presidente hasta las últimas horas de su mandato, y tuiteó el martes temprano que las afirmaciones de manipulación de los sistemas electorales «no han sido fundamentadas o son técnicamente incoherentes». Estaba citando una carta firmada por 59 especialistas electorales que también decía que «cualquiera que afirme que una elección estadounidense fue ‘amañada’ está haciendo una afirmación extraordinaria» y los llamó «afirmaciones alarmantes».
Despedir a Krebs, dijo anteriormente un funcionario estadounidense a CNN, «cruzaría una línea roja» y haría sonar las alarmas en todo el aparato de seguridad nacional.
Aún así, su despido se produce después de que varios de los funcionarios civiles más importantes del Pentágono fueran reemplazados por funcionarios percibidos como leales al presidente, y de informes sobre la creciente frustración de Trump con la directora de la CIA, Gina Haspel.
Alex Marquardt, Geneva Sands y Zachary Cohen de CNN contribuyeron a este reporte.
