El gobierno federal ha suspendido la captura de una especie de invertebrado marino en un refugio nacional de fauna salvaje durante la época de desove para dar al animal la oportunidad de reproducirse.
Los pescadores recolectan cangrejos herradura para utilizarlos como cebo y su sangre para fabricar productos médicos. Los conservacionistas llevan mucho tiempo presionando para limitar la captura de estos animales, en parte porque los huevos del cangrejo herradura son un alimento de vital importancia para las aves migratorias.
El lunes, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. emitió una resolución que exige el fin de la captura de cangrejos herradura en el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Cabo Romain, en Carolina del Sur, del 15 de marzo al 15 de julio.
El servicio escribió que permitir la recolección «interferiría materialmente y iría en detrimento de los fines para los que se estableció el refugio y la misión del Sistema Nacional de Refugios de Vida Silvestre». El refugio cuenta con 26.700 hectáreas de marismas, playas e islas situadas a media hora en coche de Charleston.
La captura de cangrejos herradura se realiza en toda la costa este, aunque la mayor parte tiene lugar en los estados del Atlántico medio y Nueva Inglaterra. Los grupos conservacionistas afirman que limitar la captura de estos animales en Cabo Romain es un paso hacia la mejora de los ecosistemas, sobre todo porque el refugio alberga numerosas especies de aves playeras.
Una de esas especies, el correlimos gordo, es objeto de atención de los grupos conservacionistas porque está incluida en la lista de especies amenazadas de la Ley de Especies en Peligro de Extinción y necesita los huevos de cangrejo para repostar durante su larga migración.
«Esta decisión es la primera vez que un organismo federal restringe la captura de cangrejos por su impacto en el correlimos gordo», afirma Catherine Wannamaker, abogada del Southern Environmental Law Center.
Los cangrejos herradura también están disminuyendo en parte de su área de distribución. Son valiosos por su sangre azul, que puede fabricarse para detectar patógenos en medicamentos esenciales como vacunas y antibióticos.
A los animales capturados por su sangre se les extrae parte de ella y se devuelve al medio ambiente, pero muchos mueren inevitablemente en el proceso.