PUERTO PRÍNCIPE, Haití (AP) – Haití recibió el año nuevo con violencia, ya que el primer ministro Ariel Henry huyó de la ciudad norteña de Gonaïves tras un tiroteo entre sus fuerzas de seguridad y un grupo armado que había advertido al mandatario que no pusiera un pie en la ciudad.
Los medios de comunicación locales informaron de que una persona murió y dos resultaron heridas en el tiroteo que obligó a Henry y a otras personas a agacharse y buscar refugio cuando salían de una catedral el sábado (1 de enero) tras asistir a una misa para celebrar la independencia de Haití de Francia.
Un portavoz de la Policía Nacional de Haití dijo el lunes (3 de enero) a The Associated Press que la Policía había asegurado la zona.
El incidente es un nuevo golpe para el frágil régimen interino de Henry, que está luchando contra el aumento de la pobreza y la violencia de las bandas, mientras intenta crear una fraternidad para ayudar a dirigir el país tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio, con elecciones generales previstas para mediados de 2022.
Henry se refirió al incidente en un tuit agradeciendo al obispo de Gonaïves por haber celebrado la misa «a pesar de la tensa situación que reinaba en la ciudad». Las calles de Gonaïves estaban prácticamente vacías, al igual que su catedral, Saint-Charles-de-Boromé, con motivo de las tradicionales celebraciones del día de la independencia. Henry no pudo pronunciar su discurso como estaba previsto después de que los disparos le obligaran a salir de la ciudad. En 2020, Moïse se saltó el viaje a Gonaïves entre amenazas de protestas violentas.
En una declaración en lengua criolla haitiana compartida el domingo en Twitter, Henry dijo: «Hoy, nuestros enemigos, los enemigos del pueblo haitiano, son los terroristas que no dudan en utilizar la violencia para matar a la gente con todas sus fuerzas, o para secuestrarla, quitarle la libertad, violarla. Y lo hacen todo por dinero».
Henry se ha comprometido a reprimir a las pandillas a las que las autoridades han culpado de un aumento de los secuestros y de bloquear las terminales de distribución de gas, en una acción que ha provocado una grave escasez de combustible en los últimos meses y ha llevado a Estados Unidos y Canadá a instar a sus ciudadanos a abandonar Haití.