Una persona seguirá extrañando el sabor de la cocina ecuatoriana.
Un perro beagle de la Aduana de Estados Unidos obligó a una revisión adicional a un equipaje que llegó al aeropuerto internacional de Atlanta. Los agentes descubrieron una cabeza de cerdo asada y otras “sobras” de comida.
El equipaje pertenecía a uno de los pasajeros de un vuelo proveniente de Ecuador.
La cabeza fue destruida ya que está prohibido ingresar cerdo o productos derivados de ese animal. Estos pueden traer enfermedades como la fiebre porcina.
El perro, llamado Hardy, ya había detectado otro cerdo asado en 2015, aunque esta vez provenía de Perú.
Un consejo a los viajantes andinos: no se busquen problemas con Hardy.