“Tenía tres fracturas en el cráneo, el hígado deshecho, fractura en la cadera, hemorragia interna, golpes en todo el cuerpo y mordidas”.
Fue el pasado 26 de junio cuando Brenda Chávez, madre de una niña de cuatro años llamada Valentina, vivió el peor día de su vida al enterarse que su pareja había abusado sexualmente de su pequeña, quien perdió la vida dos días después debido a la gravedad de sus lesiones.
“Tenía tres fracturas en el cráneo, el hígado deshecho, fractura en la cadera, hemorragia interna, golpes en todo el cuerpo y mordidas”, relató con mucho dolor la madre de la niña al sitio Vice.
Brenda conoció a Diego en julio de 2017 y comenzaron una relación. Al principio las cosas marcharon bien, pero cuando se mudaron juntos en marzo de este año a una vivienda de Morelia, en Michoacán, México, comenzó a sufrir violencia doméstica.
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“Ahí sí le tenía mucho miedo, prefería hacer lo que pidiera con tal de que no lastimará a mi niña”, señaló la mujer, quien había dejado de trabajar para poder cuidar a su hija, pero con la inestabilidad de Diego en sus empleos comenzó a escasear el dinero para mantenerse.
La madre obtuvo un trabajo, pues pensaba dejar a su pareja, y fue durante el segundo día que recibió una llamada de su cuñada para avisarle que su niña se había “caído” y que estaba en el hospital. Ahí acudieron el padre biológico de la menor, su abuela y sus tíos.
Brenda fue trasladada al Ministerio Público para interponer una denuncia. Tras la muerte de su hija, la llevaron al departamento de Delitos Sexuales. “Fue cuando supe que la había violado. La investigadora me dijo: ‘Tú sabías que él la violaba, dime la verdad o a la que voy a detener es a ti porque es a la que tenemos aquí’”.
Diego fue puesto en libertad y se encuentra prófugo, protegido en gran medida por sus familiares.
