Docenas de migrantes que fueron enviados a Martha’s Vineyard el mes pasado se han instalado, en su mayoría, en apartamentos temporales, refugios para personas sin hogar y casas privadas como huéspedes.
(WPRI) – El gobernador de Florida, Ron DeSantis, confirmó previamente que contrató chárteres privados para llevar al grupo desde Texas hasta el viñedo. Al grupo se le dijo que recibiría ayuda para alojarse y encontrar trabajo, sólo para llegar y enterarse de que los funcionarios locales y las organizaciones sin fines de lucro no tenían idea de que venían.
Ahora, 47 de ellos han encontrado alojamiento en Lowell, Brockton, Stoughton, Provincetown y otras ciudades de Cape Cod, según Iván Espinoza-Madrigal, director de Lawyers for Civil Rights.
Cuatro han regresado incluso a Martha’s Vineyard, según Rachel Self, una abogada de la isla que ha asistido a los inmigrantes desde su llegada. Dos se han trasladado a Nueva York. La directora de Aid For Life International, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a los solicitantes de asilo con necesidades sanitarias y de vivienda, tiene un mensaje para la gente de allí.
«Queremos una cosa y sólo una, que todos sean acogidos y tratados con dignidad en la ciudad de Nueva York», dijo Jesús Aguáis.
Muchos de ellos tienen la esperanza de quedarse en Estados Unidos de forma permanente.
Según el Boston Globe, el sheriff del condado de Bexar, en San Antonio, certificó que los migrantes llevados inicialmente al viñedo son legalmente víctimas de un delito que están colaborando en una investigación policial.
Las certificaciones deberían permitir a los migrantes solicitar «Visas U» al gobierno federal. Lo que podría evitar que sean deportados.
El proceso de visado es largo, pero ofrece una posible vía para que los migrantes obtengan una orden de trabajo y, eventualmente, tarjetas de residencia.