MOSCÚ (AP) – El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, acusó el lunes (29 de noviembre) a las autoridades lituanas de arrojar los cadáveres de los inmigrantes en la frontera entre ambos países, una afirmación que Lituania rechazó en medio de las crecientes tensiones fronterizas entre Bielorrusia y sus vecinos de la Unión Europea.
Lukashenko también advirtió que su país apoyará directamente a su aliado Rusia si las autoridades ucranianas lanzan una ofensiva contra los rebeldes respaldados por Moscú en el este de Ucrania. Intentó que las tensiones sobre los inmigrantes formaran parte de un supuesto complot occidental contra Bielorrusia y Rusia.
Lukashenko dijo en una reunión con sus altos mandos militares que los guardias fronterizos bielorrusos encontraron los cadáveres de dos migrantes abandonados en la frontera durante el fin de semana. El Servicio Estatal de Guardia de Fronteras de Lituania rechazó la afirmación bielorrusa, diciendo que las autoridades bielorrusas han intentado en repetidas ocasiones escenificar y dirigir palizas, la mutilación o incluso la muerte de los migrantes, al tiempo que culpaba a Lituania de ese «trato inhumano».
La UE ha acusado a Lukashenko de llevar a cabo un «ataque híbrido» contra el bloque, utilizando a los migrantes desesperados como peones y engañándolos para que intenten cruzar a los miembros de la UE, Polonia y Lituania, para desestabilizar todo el bloque. La UE dice que se trata de una venganza de Lukashenko por las sanciones de la UE impuestas a Bielorrusia tras su brutal represión de los manifestantes por la democracia.
Las autoridades bielorrusas han negado las acusaciones y han respondido a la UE acusándola de no ofrecer un paso seguro a los inmigrantes. Desde el 8 de noviembre, un gran grupo de migrantes, en su mayoría kurdos iraquíes, está varado en Bielorrusia en un paso fronterizo con Polonia, atrapado en medio de temperaturas gélidas mientras las fuerzas de ambos países se enfrentan. La mayoría de los migrantes huyen de conflictos o de la desesperanza en su país, y pretenden llegar a Alemania u otros países de Europa Occidental.
Lukashenko denunció el lunes (29 de noviembre) que los guardias fronterizos bielorrusos también encontraron a otros migrantes congelados que apenas vivían en una granja abandonada cerca de la frontera con Lituania. También ordenó a los militares que aumentaran la preparación de las tropas ante las maniobras de la OTAN cerca de las fronteras bielorrusas.
El líder bielorruso desestimó las preocupaciones occidentales sobre los supuestos planes rusos de invadir Ucrania, que también limita con Bielorrusia, diciendo que Moscú se lo habría hecho saber si tuviera tales intenciones. Pero haciéndose eco de las declaraciones del Kremlin, advirtió a las autoridades ucranianas de que si intentan utilizar la fuerza para recuperar las zonas controladas por los separatistas respaldados por Rusia en el corazón industrial del este de Ucrania, conocido como Donbás, Bielorrusia se pondría directamente del lado de Rusia.