LONDRES (AP) – La Organización Mundial de la Salud dijo el miércoles (13 de octubre) que las autoridades han comenzado a vacunar a la gente en el este del Congo contra el ébola, después de que se confirmara la semana pasada que la enfermedad mató a un niño.
La agencia sanitaria de la ONU dijo en un comunicado que las personas con alto riesgo de contraer la enfermedad, incluidos los familiares del pequeño y los trabajadores sanitarios, recibirían las primeras dosis de la vacuna fabricada por Merck.
La OMS dijo que unas mil dosis de la vacuna llegaron a Goma, la capital de la provincia congoleña de Kivu del Norte, y 200 dosis fueron enviadas a Beni, una ciudad cercana a la zona donde se identificó el primer caso la semana pasada.
El nuevo brote de ébola que comenzó el 8 de octubre se produce después de una epidemia devastadora que comenzó en 2018, cuando la enfermedad mató a más de 2, 200 personas en la región asolada por el conflicto – y cuando se descubrió que más de 80 respondedores de la OMS habían abusado sexualmente de las personas durante los esfuerzos de la agencia para detener la enfermedad.
Entre los 15 funcionarios que la OMS ha enviado al Congo este mes se encuentra un experto en la prevención de los abusos y la explotación sexual, según informó la agencia. «El experto informará a los empleados y socios de la OMS sobre cómo prevenir cualquier comportamiento inapropiado y abusivo», dijo la OMS.
Una investigación de Associated Press realizada en mayo descubrió que los altos cargos de la OMS estaban informados de múltiples casos de abusos sexuales, pero no actuaron. Entre las personas acusadas figuraba un médico que ofrecía a las mujeres puestos de trabajo en el equipo de vacunación a cambio de sexo.
La AP también descubrió que los directivos de la OMS firmaron un contrato para pagar a una mujer supuestamente embarazada por un médico de la OMS, detalles que se confirmaron en un informe publicado el mes pasado por un grupo que examinó los abusos sexuales durante la anterior respuesta al ébola. El grupo descubrió que más de 80 miembros de la OMS abusaron sexualmente de personas en el Congo y describió problemas estructurales y culturales fundamentales en la agencia.
Numerosos países y donantes han presionado desde entonces a la OMS para que revise su sistema de respuesta a las emergencias y castigue a los funcionarios relacionados con los abusos; desde entonces no se ha destituido a ningún directivo, y un funcionario que fue informado de los abusos por escrito fue ascendido posteriormente.
