CABO SAN LUCAS, México (AP) – El huracán Olaf azotó el balneario de Los Cabos, en la punta de la Península de Baja California, y luego inundó la región el viernes con lluvias torrenciales mientras los trabajadores de emergencia evacuaban a la gente de las zonas propensas a las inundaciones.
La tormenta llegó a tierra cerca de San José del Cabo a última hora del jueves como un huracán de categoría 2 con vientos de 100 mph (155 kph), según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Las autoridades cerraron los puertos y las escuelas de la zona, suspendieron la vacunación contra el COVID-19 y pidieron a muchos trabajadores que se quedaran en casa. Los negocios cerraron y la gente hizo cola para hacer sus compras de última hora en los supermercados antes de la tormenta.
Algunas carreteras ya estaban cortadas por las inundaciones antes de la llegada de la tormenta, según los medios de comunicación locales.
Los vientos máximos sostenidos se habían reducido a unas 80 mph (130 kph) y se esperaba que se debilitara aún más mientras recorría la costa de la península durante el día y luego se adentraba en el Pacífico.
Los vientos con fuerza de huracán se extendían hasta 25 millas (35 kilómetros) desde el centro y los vientos con fuerza de tormenta tropical se extendían hacia fuera hasta 80 millas (130 kilómetros).
El Centro de Huracanes pronosticó entre 5 y 10 pulgadas (12,5 y 25,5 centímetros) de lluvia en el sur de la península, con hasta 15 pulgadas (38 centímetros) en puntos aislados, generando el peligro de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.