CANBERRA, Australia (AP) – Un niño de 3 años que pasó tres noches perdido en un extenso bosque australiano estaba jugando con juguetes en la casa de su familia el martes, mientras su familia y los rescatistas celebraban el final feliz de una búsqueda desesperadamente difícil.
Anthony «AJ» Elfalak, que padece autismo y no habla, fue trasladado al hospital para su observación después de que se le encontrara el lunes sentado en un arroyo poco profundo y bebiendo agua con las manos en la remota propiedad rural de su familia cerca del pueblo de Putty, al norte de Sydney.
Su madre, Kelly Elfalak, dio las gracias a los cientos de agentes de los servicios de emergencia y a los voluntarios que habían rastreado el accidentado terreno que rodea la casa desde que AJ desapareció el viernes por la mañana.
Un piloto del helicóptero de la Policía que vio a AJ, Jonathan Smith, describió su reacción como «alegría absoluta».
«Todos estábamos emocionados y les dije a los chicos… ‘Si esto no los hace felices, nada lo hará'», dijo Smith, refiriéndose a la tripulación.
Greg Chalmers dirigió el equipo del Servicio Estatal de Emergencias que llegó hasta AJ, al que encontraron arrodillado en el agua.
La familia de AJ sospechaba que había sido secuestrado después de que durante horas de búsqueda no se encontrara ningún rastro de él y de que informaran de que habían visto una camioneta cerca. Pero la Policía no sostiene que haya nada sospechoso detrás de la desaparición.