El secretario de Gobierno de México afirmó que su país tiene como tradición el trato de “puertas abiertas“ para los inmigrantes que ingresen a su país
El secretario de Gobernación de México, Adán Augusto López, aseguró este lunes que el país que es el punto final para ingresar a la frontera Sur de Estados Unidos, mantiene sus puertas abiertas para inmigrantes, ante una nueva caravana con cerca de 5,000 extranjeros que partió el domingo en un “vía crusis“.
Cerca de 5.000 migrantes partieron este domingo de la ciudad fronteriza de Tapachula, en el sureño estado de Chiapas, en un “viacrucis” migratorio con destino a la Ciudad de México. Esta sería una media de protesta para denunciar la corrupción de las autoridades migratorias, desaparezca el Instituto Nacional de Migración (INM) y se brinde un trato humanitario a las personas en movilidad.
El secretario de Gobernación de México dijo que la tradición en México es ejemplo en las políticas migratorias. “Se está atendiendo a nuestros migrantes. El Gobierno federal procura garantizar no nada más el libre tránsito por el territorio nacional sino que estén muy bien atendidos en cuanto a alimentación“, dijo el mandatario interino, debido al contagio de COVID-19 de Andrés Manuel López Obrador.
Esto ocurre a casi un mes de que 40 inmigrantes fallecieran en el incendio en un centro del Instituto Nacional de Migración (INM). En este incidente varias organizaciones y dirigentes políticos tacharon a las medidas del Ejecutivo como “inhumanas“ y un “crimen de Estado“.
Además, el Comité de la ONU para la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migrantes lamentaron, tras la tragedia de Ciudad Juárez, que las autoridades del Gobierno de Manuel López Obrador no acataran las recomendaciones que hizo la organización en la que cuestionaban las condiciones de varios centros detención. Los representantes de la ONU afirmaron que la mayor prioridad que debía tener las autoridades migratorias de México era la de mejorar las condiciones de vida en esos lugares.
No solo, ya que el mandatario mexicano insistió hace dos semanas que las víctimas de esta tragedia pretendían protestar y por ello prendieron fuego a colchonetas, produciendo un incendio que además los intoxicaría hasta su deceso. “Todo indica que hubo una protesta (…) les prenden fuego a unas colchonetas y se produce un incendio, pero sobre todo hay intoxicación, porque la puerta estaba cerrada, porque quien tenía la llave no estaba”, dijo desde el Palacio Nacional.
De acuerdo a una encuesta realizada por el diario mexicano, El Financiero, al menos 27% de los mexicanos responsabiliza al Gobierno de Manuel López Obrador por la muerte de los 40 inmigrantes.
