TRAVERSE CITY, Mich. (AP) – Decenas de miles de garrapatas enterradas en el cuerpo de un alce, chupando su sangre mientras el agonizante huésped se frota contra los árboles con tanto vigor que gran parte de su pelaje se desgasta.
La infestación invernal de garrapatas es habitual en los alces del norte de EE.UU.: los adultos suelen sobrevivir, pero los terneros no tanto, y en cualquier caso, es un sufrimiento. Y el cambio climático puede empeorarla, según informaron los científicos el lunes (22 de noviembre).
Los datos recogidos a lo largo de 19 años en el Parque Nacional Isle Royale de Michigan muestran que los alces tienen más garrapatas durante los inviernos que siguen a veranos especialmente cálidos, según un estudio publicado en la revista Frontiers in Ecology and Evolution.
Esto se debe probablemente a que las altas temperaturas aceleran el desarrollo de los huevos de las garrapatas, aumentando el número que sobrevive hasta la eclosión, dijo la autora Sarah Hoy, profesora asistente de investigación de ecología animal en la Universidad Tecnológica de Michigan.
Además de la pérdida parcial de su erizado pelaje invernal, la infestación de garrapatas hace que los alces estén anémicos y tengan menos capacidad de reproducción, explica. Es una de las principales causas de los recientes descensos de población en el noreste, donde las temperaturas estivales han aumentado más que en el Alto Medio Oeste.
Los resultados subrayan las diversas formas en que el calentamiento global puede afectar a la fauna salvaje, dijo el coautor John Vucetich, profesor de ecología de poblaciones en Michigan Tech.
Los ciclos de vida de las garrapatas de invierno comienzan en junio, cuando cada hembra pone varios miles de huevos en el suelo. Estos eclosionan unos meses después. Las larvas se arrastran por las plantas de los bosques y praderas y esperan a que los huéspedes -preferentemente miembros de la familia de los ciervos, entre los que se encuentran los alces- pasen rozando para poder engancharse.
Los estudios anteriores sobre cómo el cambio climático podría afectar a la interacción entre garrapatas y alces se han centrado en los inviernos más suaves, que dan a las garrapatas más tiempo para encontrar hospedadores y aumentan sus posibilidades de poner huevos con éxito al reducir la capa de nieve.