Tras una maratónica votación, los demócratas en el Senado lograron aprobar la Ley de Reducción de la Inflación, la cual no incluyó enmienda migratorias propuestas por republicanos y algunos demócratas.
El proyecto es uno de los grandes triunfos del líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (Nueva York).
La votación fue 50-50, pero la vicepresidenta Kamala Harris otorgó el voto ganador.
La norma será enviada a la Cámara de Representantes, donde no se espera que enfrente grandes dificultades.
El proyecto salió adelante a pesar de la aprobación de una de las últimas enmiendas republicanas, dirigida a limitar la recaudación de un impuesto mínimo del 15% a las compañías que ganan más de mil millones de dólares, gracias al apoyo de la senadora demócrata díscola Kyrsten Sinema (Arizona), lo que hizo temer por el futuro del acuerdo.
La Ley de Reducción de la Inflación contempla más de $400,000 millones de dólares en nuevas inversiones, casi todas centradas en dar un impulso a la industria de la energía verde en el país y a reducir las emisiones de gases contaminantes.
Supondría la mayor inversión pública contra el cambio climático en la historia de Estados Unidos. Sus partidarios estiman que servirá para reducir en un 40% las emisiones contaminantes del país de aquí a 2030.
Para financiarlo, los demócratas proponen un impuesto mínimo del 15% a las compañías con beneficios superiores a los mil millones de dólares, y reforzar la agencia de recaudación de impuestos para hacer más difícil evitar pagos, entre otras cosas.
Además, el plan permitiría que Medicare, un programa de cobertura sanitaria para las personas mayores de 65 años, pueda negociar los precios de las medicinas recetadas.
La Casa Blanca espera que esto reduzca los precios de los medicamentos y ayude en parte a reducir las presiones de la elevada inflación, del 9.1% en junio, además de contribuir a reducir el déficit público.