El informe final del comité 1/6 de la Cámara de Representantes afirma que Donald Trump participó criminalmente en una «conspiración de varias partes» para anular los resultados legales de las elecciones presidenciales de 2020 y no actuó para impedir que sus partidarios atacaran el Capitolio, concluyendo una extraordinaria investigación de 18 meses sobre el ex presidente y la insurrección violenta de hace dos años.
WASHINGTON (AP) – El informe de 814 páginas publicado el jueves llega después de que el panel entrevistara a más de 1.000 testigos, celebrara 10 audiencias y obtuviera millones de páginas de documentos. Los testigos -que van desde muchos de los ayudantes más cercanos de Trump a las fuerzas del orden hasta algunos de los propios alborotadores- detallaron las acciones de Trump en las semanas previas a la insurrección y cómo su amplia campaña de presión para anular su derrota influyó directamente en quienes empujaron brutalmente a la policía y destrozaron las ventanas y puertas del Capitolio el 6 de enero de 2021.
La insurrección amenazó gravemente la democracia y «puso en peligro la vida de los legisladores estadounidenses», concluyó el panel de nueve miembros.
Los ocho capítulos de conclusiones del informe cuentan la historia en gran medida como lo hicieron las audiencias del panel este verano, describiendo las muchas facetas del notable plan que Trump y sus asesores idearon para intentar anular la victoria del presidente Joe Biden. Los legisladores describen su presión sobre los estados, los funcionarios federales, los legisladores y el vicepresidente Mike Pence para jugar con el sistema o violar la ley.
Las repetidas y falsas afirmaciones de Trump sobre el fraude electoral generalizado resonaron entre sus partidarios, dijo el comité, y se amplificaron en las redes sociales, aprovechando la desconfianza en el gobierno que había fomentado durante sus cuatro años en el cargo. Y apenas hizo nada para detenerlos cuando recurrieron a la violencia e irrumpieron en el Capitolio.
El enorme y condenatorio informe llega en un momento en el que Trump se presenta de nuevo a la presidencia y se enfrenta también a múltiples investigaciones federales, entre ellas las que indagan su papel en la insurrección y la presencia de documentos clasificados en su finca de Florida. Esta semana es especialmente tensa para él, ya que se espera que un comité de la Cámara de Representantes haga públicas sus declaraciones de impuestos, después de que él haya luchado durante años para mantenerlas en privado. Además, los republicanos han culpado a Trump de un resultado peor de lo esperado en las elecciones de mitad de mandato, lo que le deja en su estado políticamente más vulnerable desde que ganó las elecciones de 2016.
También es un acto final para los demócratas de la Cámara de Representantes, que ceden el poder a los republicanos en menos de dos semanas, y que han pasado gran parte de sus cuatro años en el poder investigando a Trump. Los demócratas impugnaron a Trump dos veces, la segunda una semana después de la insurrección. En ambas ocasiones fue absuelto por el Senado. Otras pesquisas lideradas por los demócratas investigaron sus finanzas, sus negocios, sus vínculos con el extranjero y su familia.
El lunes, el panel de siete demócratas y dos republicanos trasladó oficialmente su investigación al Departamento de Justicia, recomendando que investigue al expresidente por cuatro delitos, entre ellos ayudar a una insurrección. Aunque las remisiones penales no tienen valor legal, son una declaración final del comité tras su extensa investigación de año y medio.