Meng Wanzhou fue detenida el pasado 1 de diciembre en Canadá bajo sospecha de que había violado las sanciones comerciales impuestas por Washington contra Teherán.
Los fiscales de Estados Unidos intentan que la directora financiera y vicepresidenta de Huawei Technologies, Meng Wanzhou, afronte cargos por fraude relacionados con el incumplimiento de las sanciones norteamericanas contra Irán, según ha anunciado un tribunal de Vancouver (Columbia Británica, Canadá) e informa Reuters.
La mujer es sospechosa de ocultar los vínculos de su compañía con una firma que intentó vender equipos a Irán a pesar de las sanciones. Los fiscales estadounidenses argumentan que Meng no fue sincera cuando los bancos le preguntaron acerca de los vínculos entre las dos firmas.
De ser extraditada a Estados Unidos, Meng enfrentaría cargos de conspiración para estafar a varias instituciones financieras, y podría ser sentenciada a hasta 30 años de prisión por cada cargo.
EE.UU. tiene 60 días para realizar una solicitud formal de extradición, que será evaluada por un juez canadiense si el caso contra la empresaria china es lo suficientemente sólido. Después le corresponderá al ministro de justicia de Canadá decidir si extradita a Meng.
Asimismo, de acuerdo con documentos del tribunal canadiense, las autoridades estadounidenses creen que los ejecutivos de Huawei comenzaron a evitar viajar a EE.UU. en abril de 2017 tras enterarse del inicio de la investigación penal en curso en el país.
The Wall Street Journal, por su parte, informó en abril que las autoridades estadounidenses han estado investigando al gigante de las telecomunicaciones chino al menos desde 2016 por presuntamente suministrar productos de origen estadounidense a la República Islámica y otros países en violación de las leyes de exportación y sanciones de EE.UU.
El Tribunal Supremo de la provincia canadiense de Columbia Británica ha decidido continuar a partir del 10 de diciembre las audiencias sobre el arresto de Meng Wanzhou. El próximo lunes se escucharán argumentos adicionales de la defensa que insisten en dejar a Meng en libertad bajo fianza. La Fiscalía, por su parte, exige que permanezca bajo custodia, ya que cree que de lo contrario la investigada podría abandonar Canadá y estar fuera del alcance de la justicia.
