A 1600 millas de la isla de Puerto Rico hay una calle de una manzana en Providence que lleva el nombre indígena de la isla: Borinquen.
PROVIDENCE, R.I. (WPRI) – Su antiguo nombre, Bishop Street, se parecía demasiado a una palabra vulgar en español puertorriqueño. Los puertorriqueños que vivían en la zona en aquella época recuerdan que las familias que vivían en la manzana se avergonzaban de pronunciar su nombre.
«Varias familias que vivían en la calle Bishop expresaron su descontento y una sensación de desagrado por tener que decir ese nombre con su fuerte acento español, y que simplemente sonaba demasiado como un término puertorriqueño que es algo vulgar», dijo el activista comunitario José González.
Osvaldo Castillo, junto a la organización comunitaria Casa Puerto Rico, pidió a los concejales que cambiaran el nombre de la calle por uno que honrara a los residentes de la manzana.
«Si cambiamos el nombre, sería la calle Borinquen», dijo Castillo.
Las actas del ayuntamiento muestran una resolución para cambiar el nombre de la calle Borinquen aprobada en 1984. Castillo aparece citado en un recorte de periódico de la época que documenta el cambio.
«La palabra ‘obispo’, tal y como la pronuncian los hispanos que no saben hablar inglés, es una palabra sucia», dijo Castillo en aquel momento.
José González y su hermano Roberto reconocen que, aunque algunos pensaron que el cambio no debía ser una prioridad, la medida simboliza uno de los primeros éxitos organizativos de la comunidad.
«Fue algo que se le dio a la comunidad para que los líderes pudieran decir: ‘Oye, mira lo que podemos lograr cuando nos organizamos'», dijo Roberto González.
La comunidad celebró el nuevo nombre con un festival en su honor.
«Toda la calle se llenó de alegría», recordó Castillo. «Los puertorriqueños que vivían en la ciudad de Providence se sentían muy orgullosos, y por eso celebramos el festival en nombre de la calle Borinquen».
Según el Proyecto de Historia Oral Latina, la calle Borinquen es la única calle del estado que ha sido rebautizada oficialmente en español.
«Cada vez que paso y veo la calle Borinquen, sonrío porque sé que hay poder», dijo José González. «Y los políticos nos decían: ‘Si ustedes son un bloque de votos fuerte, no hay nada que no puedan hacer'».