LAGOS, Nigeria (AP) – Un panel judicial nigeriano afirma que soldados del ejército «dispararon, hirieron y mataron» a manifestantes pacíficos que se manifestaban contra la brutalidad policial en el peaje de Lekki, en Lagos, en octubre de 2020. El informe califica los disparos de «masacre».
La Policía también «disparó, asaltó y golpeó a manifestantes desarmados, lo que provocó heridos y muertos», según el panel. Once personas -todos varones- murieron, mientras que otras cuatro están desaparecidas y «presuntamente muertas» de las 48 personas identificadas como víctimas del tiroteo de Lekki, según el informe que se ha presentado al gobernador de Lagos, Babajide Sanwo-Olu.
El informe aún no se ha hecho público, pero The Associated Press ha obtenido una copia y ha confirmado los detalles con fuentes cercanas al grupo, incluido uno de sus miembros. La conducta de los soldados en el tiroteo de Lekki se vio agravada por su «negativa a permitir que las ambulancias prestaran asistencia médica» a las víctimas, dice el informe. También acusa a la Policía de intentar encubrir el tiroteo en el peaje de Lagos.
Algunos de los heridos en el tiroteo de Lekki confirmaron a AP las descripciones del informe sobre cómo los soldados abrieron fuego en el lugar de la protesta. Un portavoz del gobierno del estado de Lagos no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
El año pasado se produjeron en Nigeria manifestaciones contra la brutalidad policial en las que se exigía justicia para las personas asesinadas y detenidas por la Policía, especialmente por una unidad conocida como Escuadrón Especial Antirrobo, o SARS. En respuesta a las protestas, el gobierno ha disuelto la unidad. Los nigerianos llevan mucho tiempo quejándose de que los funcionarios suelen tardar en actuar ante las acusaciones de brutalidad policial y de que muchos agentes acusados de abusos no han sido sancionados.
Tras dos semanas de protestas, el 20 de octubre se desplegaron las fuerzas de seguridad para dispersar a los manifestantes tras los ataques de algunos matones a instalaciones gubernamentales y comisarías.
En Lagos, la ciudad más poblada de Nigeria, con más de 14 millones de habitantes, se enviaron soldados a la plaza del peaje de Lekki, donde se habían reunido cientos de manifestantes. Al anochecer, horas después de que el gobierno de Lagos declarara un toque de queda de 24 horas, los soldados «dispararon balas de fogueo y reales directamente y de forma directa en medio de los manifestantes en el peaje de Lekki, con la intención deliberada de agredir, mutilar y matar», según el informe.



