PROVIDENCE, R.I. (WPRI) ─ Un campamento de personas sin hogar en Providence se mantiene por ahora después de que el alcalde Jorge Elorza intervino en lo que se suponía que era el día de desalojo.
El campamento, situado en un terreno vacío de la calle Wilson, alberga actualmente a 15 personas sin hogar de Rhode Island. La comunidad de tiendas de campaña construyó su propio jardín, zona para comer y ducha al aire libre con la esperanza de ocupar el terreno durante un largo periodo de tiempo.
Pero el miércoles, la ciudad ordenó a la comunidad que desalojara el terreno en un plazo de 48 horas, o de lo contrario se enfrentaría a un proceso civil o penal.
El aviso puso en el limbo la existencia de toda la comunidad, es decir, hasta que Elorza se presentó en sus puertas el viernes por la tarde.
Mientras se sentaba a su mesa, Elorza dijo al grupo que no se les echaría del terreno todavía.
«Les dije que no los vamos a echar a la calle sin más, porque eso hará que el problema se traslade a otro lugar», explicó.
Elorza dijo que no se les pedirá que se marchen hasta que se establezca un plan de ayuda a corto y largo plazo.
«Les di mi palabra», dijo.
En este momento, Elorza dijo que el terreno es actualmente propiedad de un banco, que ha estado «ausente de la escena y no ha parecido interesarse por el terreno durante bastante tiempo».
«La ciudad ha estado en el proceso de tomar el lote del banco», dijo Elorza.
No hay un calendario claro sobre cuándo se pedirá al grupo que abandone la propiedad, aunque Elorza subrayó que la falta de vivienda es un problema constante en la capital.
Dijo que la ciudad está trabajando para asegurar que tengan acceso a los recursos que necesitan.
«Son seres humanos, no lo olvidemos», dijo Elorza. «Este es el rostro de una crisis de vivienda que estamos atravesando en la ciudad y en el estado. Hay mucho por hacer».
Pero los residentes que viven cerca están frustrados con el campamento.
Edith Peralta dijo a 12 News que el campamento la incomoda y le impide llevar a sus nietos al parque cercano.
«No podemos ir al parque a jugar», dijo Peralta. «Se dicen muchas palabrotas por la noche… se pelean, discuten, toda la noche. Queremos que se muden cuanto antes».
Elorza dijo que es consciente de que los vecinos no están contentos con el campamento. Dijo que la ciudad seguirá vigilando y que si se produce alguna actividad delictiva o insegura allí, las cosas cambiarán.