CIUDAD DE MÉXICO (AP) – Una sección elevada del metro de la Ciudad de México se derrumbó y envió un vagón del metro hacia un bulevar muy concurrido el lunes por la noche, matando al menos a 23 personas e hiriendo a unas 70, dijeron las autoridades de la ciudad. Los equipos de rescate acudieron inicialmente a un vagón que quedó colgando del paso elevado en busca de personas que pudieran estar atrapadas.
Sin embargo, estos esfuerzos se suspendieron a primera hora del martes debido a la preocupación por la seguridad de los que trabajaban cerca del coche que colgaba precariamente. Se utilizó una grúa para ayudar a apuntalarlo.
«No sabemos si están vivos», dijo la alcaldesa Claudia Sheinbaum sobre las personas que podrían estar atrapadas en el vagón tras uno de los accidentes más mortíferos del sistema de metro de la ciudad, uno de los más transitados del mundo.
Anteriormente, Sheinbaum dijo que se había sacado a alguien con vida de un vagón que quedó atrapado en la vía inferior. Dijo que 49 de los heridos fueron hospitalizados, y que siete se encontraban en estado grave y estaban siendo operados.
«Lamentablemente, hay niños entre los muertos», dijo Sheinbaum, sin especificar cuántos.
El paso a desnivel estaba a unos 5 metros de altura sobre la carretera en el municipio de Tláhuac, pero el tren pasaba por encima de una franja intermedia de hormigón, lo que aparentemente disminuyó las víctimas entre los automovilistas que circulaban por la carretera de abajo.
«Una viga de soporte cedió» justo cuando el tren pasó por encima, dijo Sheinbaum.
El metro de Ciudad de México ha sufrido al menos dos accidentes graves desde su inauguración hace medio siglo. En marzo del año pasado, un choque entre dos trenes en la estación Tacubaya dejó un pasajero muerto y 41 heridos. En 2015, un tren que no se detuvo a tiempo chocó con otro en la estación de Oceanía, causando 12 heridos.
Cientos de policías y bomberos acordonaron el lugar de los hechos el martes, mientras amigos y familiares desesperados de las personas que se cree que iban en el tren se reunían fuera del perímetro de seguridad. A pesar de que la situación del coronavirus sigue siendo grave en Ciudad de México, se agolparon a la espera de noticias.
Adrián Loa Martínez, de 46 años, dijo que su madre le llamó para decirle que su hermanastro y su cuñada iban en coche cuando el paso elevado se derrumbó y esa viga cayó sobre su coche.
Dijo que su cuñada fue rescatada y enviada a un hospital, pero que su hermanastro José Juan Galindo fue aplastado y temió que estuviera muerto. «Ahora está ahí abajo», dijo a los periodistas señalando hacia el lugar.
Gisela Rioja Castro, de 43 años, buscaba a su marido, Miguel Ángel Espinoza, de 42 años. Dijo que su esposo siempre tomaba ese tren después de terminar su trabajo en una tienda, pero nunca llegó a casa y había dejado de contestar su teléfono. Cuando se enteró de lo sucedido, temió inmediatamente lo peor, pero no ha obtenido ninguna información de las autoridades.
«Nadie sabe nada», dijo.
El derrumbe se produjo en la más nueva de las líneas del metro de Ciudad de México, la Línea 12, que se extiende hasta el sur de la ciudad. Al igual que muchas de las docenas de líneas de metro de la ciudad, atraviesa de forma subterránea las zonas más céntricas de la ciudad de 9 millones de habitantes, pero luego discurre sobre estructuras de hormigón elevadas en la periferia de la ciudad.
El colapso podría representar un duro golpe para el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, que fue alcalde de la Ciudad de México de 2006 a 2012, cuando se construyó la Línea 12. Las acusaciones sobre el mal diseño y la construcción de la línea de metro surgieron poco después de que Ebrard dejara el cargo de alcalde. La línea tuvo que ser cerrada parcialmente en 2013 para que las vías pudieran ser reparadas.
Ebrard escribió en Twitter: «Lo ocurrido hoy en el Metro es una terrible tragedia».
«Por supuesto, las causas deben ser investigadas y los responsables deben ser identificados», escribió. «Repito que estoy a entera disposición de las autoridades para contribuir en lo que sea necesario».
No estaba claro si un terremoto de 7,1 grados en 2017 pudo haber afectado a la línea de metro.
