La veracruzana hizo un alarde de entereza ante el final.
Edith González recibió la más dura de las noticias hace meses. El cáncer de ovario había acabado con su sistema inmunológico, no había nada más que hacer para la ciencia médica.
Con gran entereza, la actriz veracruzana ordenó su vida, cerró pendientes y lo más importante, preparó a su hija Cosntanza Creel de 15 años para el inminente y terrible desenlace.
https://www.instagram.com/p/BeYvs_GgAuG/?utm_source=ig_embed
De acuerdo con un reporte de la prensa mexicana publicado este martes, la fallecida artista a los 54 años, llevó a su hija a un tanatólogo antes de su deceso con la esperanza de que asimilara lo mejor posible la pérdida.
Constanza, quien alistaba su fiesta de XV años, se mantuvo todo el tiempo al lado de su madre y escudada por su padre Santiago Creel Miranda y su padrastro Lorenzo Lazo.
“Edith ya había hablado con su familia sobre esta situación y les pidió que no la mantuvieran conectada a ningún aparato, era su última voluntad y la respetaron”, narró el informante a TV Notas.
La joven, que quedará bajo la tutela de su tío, recibió el apoyo de la familia, incluso en el momento más duro.
“Fue muy doloroso para ellos, pero sabían que ella estaría en un lugar mejor y ya no sufriría. Su cuerpo estaba tan cansado y sus defensas tan bajas, que la desconectaron y murió prácticamente enseguida”.
