El jefe de la Agencia de Gestión de Emergencias de Maui dimitió abruptamente el jueves, un día después de decir que no se arrepentía de no haber utilizado las sirenas para advertir a los residentes de los incendios forestales.
LAHAINA, Hawai (AP) – Esa decisión de la agencia dirigida por el administrador Herman Andaya, unida a la escasez de agua que dificultó la labor de los bomberos y a una ruta de escape que se atascó con vehículos, ha suscitado intensas críticas de muchos residentes. La falta de sirenas ha surgido como un posible paso en falso, y The Associated Press informó de que formaba parte de una serie de problemas de comunicación que se sumaron al caos.
El alcalde Richard Bissen aceptó la dimisión de Andaya con efecto inmediato, según anunció el condado de Maui en Facebook. Andaya alegó motivos de salud no especificados, sin dar más detalles.
«Dada la gravedad de la crisis a la que nos enfrentamos, mi equipo y yo colocaremos a alguien en este puesto clave lo antes posible», dijo Bissen en el comunicado.
Un día antes, Andaya defendió la decisión de no hacer sonar las sirenas mientras se propagaban las llamas. Hawai cuenta con el mayor sistema de sirenas de alerta exterior del mundo.
«Temíamos que la gente se hubiera ido hacia el interior», dijo Andaya, utilizando una palabra hawaiana que significa tierra adentro o hacia la montaña. «Si ese fuera el caso, habrían ido hacia el fuego».
El sistema de sirenas se creó tras un tsunami en 1946 que mató a más de 150 personas en la Gran Isla, y su página web dice que pueden utilizarse para alertar de incendios.
Andaya iba a participar en una reunión de la comisión de bomberos y seguridad pública de Maui el jueves por la mañana, pero fue cancelada. El miércoles defendió enérgicamente sus cualificaciones para el puesto, que ocupaba desde 2017. Dijo que no fue nombrado, sino que había sido investigado, hizo un examen de servicio civil y fue entrevistado por gerentes de emergencia experimentados.
Andaya dijo que anteriormente había sido subdirector del Departamento de Vivienda y Asuntos Humanos del Condado de Maui y había sido jefe de personal del ex alcalde del condado de Maui, Alan Arakawa, durante 11 años. Durante ese tiempo, dijo, informaba a menudo a los «centros de operaciones de emergencia» y participaba en numerosos cursos de formación.
«Así que decir que no estoy cualificado me parece incorrecto», afirmó.
Arakawa se mostró decepcionado por la dimisión «porque ahora nos quedamos sin una persona realmente cualificada». Arakawa dijo que Andaya fue examinado para el puesto por el servicio de personal del condado.
«Él estaba tratando de ser fuerte y tratando de hacer el trabajo», dijo Arakawa sobre la respuesta a los incendios forestales. «Estaba muy, muy desconsolado por todo lo ocurrido».
La fiscal general de Hawai, Anne López, dijo el jueves en un comunicado que una organización externa llevará a cabo una revisión «imparcial e independiente» de la respuesta del gobierno y que los funcionarios tienen la intención de «facilitar cualquier acción correctiva necesaria y avanzar en la preparación para futuras emergencias.» La investigación llevará probablemente meses, añadió.
Avery Dagupion, cuya casa familiar quedó destruida, es uno de los muchos residentes que afirman que no se les avisó con antelación para que se marcharan.
Señala que el 8 de agosto Bissen anunció que el incendio estaba controlado. Según Dagupion, eso dio a la gente una sensación de seguridad y le hizo desconfiar de las autoridades.
En la rueda de prensa del miércoles, el gobernador Josh Green y Bissen se enfadaron cuando se les preguntó por las críticas.
«Las personas que estaban tratando de apagar estos incendios vivían en esas casas – 25 de nuestros bomberos perdieron sus hogares», dijo Bissen. «¿Cree que estaban haciendo un trabajo a medias?».
Los residentes desplazados llenan sin cesar los hoteles preparados para alojarlos y prestarles servicios al menos hasta la próxima primavera.
Las autoridades esperan vaciar los abarrotados e incómodos refugios colectivos a principios de la próxima semana, dijo Brad Kieserman, vicepresidente de operaciones de desastre de la Cruz Roja Americana. También hay hoteles disponibles para los evacuados que hayan pasado los últimos ocho días durmiendo en coches o acampando en aparcamientos, dijo.
«Seremos capaces de mantener a la gente en los hoteles durante el tiempo que sea necesario para encontrar alojamiento para ellos», dijo Kieserman en una rueda de prensa. «Estoy seguro de que tendremos habitaciones de sobra».
Los contratos con los hoteles durarán al menos siete meses, pero podrían prorrogarse fácilmente, dijo. Los proveedores de servicios de los establecimientos ofrecerán comidas, asesoramiento, asistencia financiera y otras ayudas en caso de catástrofe.
Green ha dicho que se reservarán al menos 1.000 habitaciones de hotel. Además, AirBnB dijo que su ala sin ánimo de lucro proporcionará propiedades para 1.000 personas.
El gobernador también ha prometido proteger a los propietarios locales de ser «víctimas» de compradores oportunistas. Green dijo el miércoles que dio instrucciones al fiscal general del estado para trabajar hacia una moratoria en las transacciones de tierras en Lahaina, aunque reconoció que probablemente se enfrentaría a desafíos legales.
Desde que las llamas consumieron gran parte de Lahaina hace poco más de una semana, los lugareños temen que una ciudad reconstruida se oriente aún más hacia los visitantes adinerados.
Se está investigando la causa de los incendios forestales, los más mortíferos en EE.UU. en más de un siglo. Pero el riesgo de catástrofes en Hawai es cada vez mayor, siendo los incendios forestales los que más aumentan, según un análisis de AP de los registros de la FEMA.
La compañía eléctrica local se enfrentó a críticas por dejar el suministro encendido mientras los fuertes vientos de un huracán azotaban una zona reseca, y un vídeo mostraba un cable colgando en un trozo de hierba carbonizada, rodeado de llamas, en los primeros momentos del incendio forestal.
«Los hechos sobre este suceso seguirán evolucionando», escribió Shelee Kimura, directora general de Hawaiian Electric, en un correo electrónico enviado el jueves a los clientes de la empresa. «Y aunque es posible que no tengamos respuestas durante algún tiempo, estamos comprometidos, trabajando con muchos otros, para averiguar lo que pasó mientras seguimos centrándonos urgentemente en los esfuerzos de restauración y reconstrucción de Maui.»
La búsqueda de los desaparecidos se extendió más allá de Lahaina a otras comunidades que quedaron destruidas. Los buscadores habían cubierto alrededor del 45% del territorio quemado hasta el jueves, dijo el gobernador.
Corrine Hussey Nobriga, cuya casa se salvó, dijo que era difícil culpar a nadie de una tragedia que tomó a todos por sorpresa, aunque algunos de sus vecinos plantearon preguntas sobre la ausencia de sirenas y las inadecuadas rutas de evacuación. El fuego avanzó rápidamente por su barrio, no muy lejos de donde los equipos buscaban restos humanos entre la ceniza y los escombros.
«En un momento vimos el fuego por allí», dijo, señalando hacia colinas lejanas, «y al minuto siguiente está consumiendo todas estas casas».
La búsqueda se vio empañada por un servicio de telefonía móvil intermitente e información engañosa en las redes sociales. También hubo dificultades para encontrar a personas que podrían estar en hospitales, refugiadas en casas de amigos o en albergues no oficiales que han surgido. Muchas personas hicieron volantes y fueron de puerta en puerta en busca de sus seres queridos.
La división del FBI en Honolulú dijo que está ayudando a la policía de Maui a localizar e identificar a personas desaparecidas. Los familiares directos que se encuentren en Maui pueden proporcionar muestras de ADN en el Hyatt Recency de Kaanapali a partir del viernes, y los que se encuentren en otros lugares pueden ponerse en contacto con el FBI para recibir instrucciones.
Judy Riley, que ha estado trabajando con familias en busca de parientes, dijo que las pistas falsas y la sensación de que «nadie se ocupa de los desaparecidos» han contribuido a crear una sensación de desesperación.
«Si se busca a los desaparecidos, es fácil que la gente se escabulla entre las grietas», dijo.
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