El juez consideró que la ira condujo a Roxanne Eka Peters a cometer un crimen.
En diciembre de 2015, una mujer llamada Roxanne Eka Peters vivió una verdadera pesadilla en su propia casa en Brisbane, Australia, cuando un un hombre de 51 años llamado Grant Cassar se metió a su hogar a altas horas de la noche, quien la amenazó con hacerle daño a su hija si no aceptaba tener relaciones sexuales con él.
Cassar iba armado y ante el miedo, Roxanne terminó cediendo a la petición; sin embargo, a los pocos días de la violación, la mujer dio con la casa de su violador y sigilosamente, ingresó a esta, lo apuñaló, le ató una cuerda al cuello y lo arrastró por dos kilómetros, lo cual le ocasionó la muerte.
Las autoridades investigaron el caso y descubrieron que Eka había sido la causante del asesinato de Cassar, cuyo cuerpo fue encontrado con 61 heridas de arma punzocortante en diferentes partes del cuerpo, la mayoría en el pecho y en el pene.
Luego de casi tres años de proceso, un juez recientemente declaró culpable a Roxanne, ya que su acto fue producto de la ira ante la violación, pero eso no justifica su falta de respeto por la “dignidad humana” hacia su atacante. Peters ha sido condenada a 9 años en prisión por homicidio y a otros 18 meses por “interferir con un cadáver”, pero en 2020 podría ser elegida para tener libertad condicional.
Según el juez, el asesinato de Cassar fue devastador para su familia y agregó: “nunca se recuperarán de su muerte”.
