La Policía de la localidad de Pajarito recibió informes sobre el comportamiento inusual de un grupo de menores ‘poseídos’.
La alcaldía de la localidad colombiana de Pajarito, en el departamento de Boyacá, ordenó en un decreto del 15 de noviembre un toque de queda después de que unos menores presentaran comportamientos raros tras presuntamente haber invocado por WhatsApp «espíritus malignos». En concreto, se registraron intentos de suicidio, convulsiones y otras alteraciones en el comportamiento de unos 15 jóvenes de entre 12 y 17 años.
El alcalde Inocencio Pérez prohibió el tránsito de menores entre las siete de la noche y las cinco de la mañana sin supervisión adulta debido a «los casos de alerta roja que se estaban presentando», según la agencia AFP. Se informó además de que la decisión fue consultada con la Policía, juristas y psicólogos. «Unos niños dijeron que se iban a suicidar, hablaban incoherencias que ‘porque ya les había llegado la hora’, se iban a tirar de un puente», relató Pérez.
Los menores supuestamente participaron en un desafío de un grupo de WhatsApp, en el marco del cual tenían que jugar con una tabla güija, entre otras cosas. El coronel Fernando Triana, de la Policía local, explicó que fue la comunidad la que comunicó a la alcaldía sobre estas prácticas que podrían estar relacionadas con las alteraciones en el comportamiento de los niños. Sus familias recibieron de una manera muy positiva la decisión de introducir el toque de queda, que seguirá vigente hasta nueva orden.
No obstante, el propio alcalde de Pajarito aseguró al diario El Tiempo que esta decisión no estaría vinculada con la supuesta invocación de espíritus malignos por parte de los adolescentes. «No es cierto que se invocaran espíritus malignos, el asunto está en investigación», afirmó Pérez.
