Un alguacil de Texas abrió el lunes una investigación sobre dos vuelos de migrantes enviados a Martha’s Vineyard por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, pero no dijo qué leyes pueden haber sido violadas al poner a 48 inmigrantes en aviones privados la semana pasada desde San Antonio.
AUSTIN, Texas (AP) – El sheriff del condado de Bexar, Javier Salazar, un demócrata electo, denunció los vuelos que despegaron en su ciudad como una postura política. Pero dijo que los investigadores sólo habían hablado hasta ahora con los abogados que representan a algunos de los migrantes y no nombró a ningún posible sospechoso que pudiera enfrentarse a cargos.
Tampoco mencionó a DeSantis en una conferencia de prensa que pareció marcar la primera vez que un funcionario de las fuerzas de seguridad ha dicho que iban a investigar los vuelos.
«Creo que hay alguna actividad criminal involucrada aquí», dijo Salazar. «Pero en este momento estamos tratando de mantener una mente abierta y vamos a investigar para averiguar qué leyes exactas se rompieron si resulta ser el caso».
La oficina de DeSantis respondió con un comunicado en el que dijo que los inmigrantes habían tenido más opciones para tener éxito en Massachusetts.
«Los inmigrantes han estado más que dispuestos a dejar el condado de Bexar después de ser abandonados, sin hogar y ‘abandonados a su suerte'», dijo la portavoz de DeSantis, Taryn Fenske. «Florida les dio la oportunidad de buscar pastos más verdes en una jurisdicción santuario que ofrecía mayores recursos para ellos, como esperábamos».
Los migrantes venezolanos que fueron trasladados en avión a la rica isla de Massachusetts desde San Antonio dijeron que les dijeron que iban a Boston. Julio Henríquez, un abogado que se reunió con varios migrantes, dijo que «no tenían idea de a dónde iban o dónde estaban».
Dijo que una mujer latina se acercó a los migrantes en un refugio administrado por la ciudad de San Antonio y los alojó en un hotel cercano, La Quinta Inn, donde los visitaba diariamente con comida y tarjetas de regalo. Les prometió trabajo y tres meses de alojamiento en Washington, Nueva York, Filadelfia y Boston, según Henríquez.
Salazar dijo que los migrantes habían sido «presa» y «engañados».
Algunos demócratas han instado al Departamento de Justicia a que investigue los vuelos, entre ellos el gobernador de California, Gavin Newsom, y el diputado federal Joaquín Castro, cuyo distrito incluye San Antonio.
Sin embargo, una investigación federal podría ser complicada. No está claro si alguien subió a los autobuses o aviones sin querer, o si se violaron sus derechos civiles. Los derechos de los solicitantes de asilo que llegan a Estados Unidos son también más limitados porque no son ciudadanos. Sin embargo, la Constitución les protege de la discriminación por motivos de raza u origen nacional y del trato inadecuado por parte del gobierno.
