Cuarenta y ocho personas fueron acusadas de 78 cargos en relación con una red masiva de tráfico de drogas en West Harlem (NYC), incluidos varios padres e hijos.
El equipo operaba en la calle “más violenta” de Manhattan y a menudo reclutaban a adolescentes de hasta 15 años para realizar ventas de narcóticos y otros actos de violencia, dijeron los fiscales. El grupo, apodado “Main Event” y operado por Andrew McFaline, incluía a muchos miembros relacionados por nacimiento o matrimonio.
Las acusaciones surgieron de una investigación sobre el tráfico de narcóticos, principalmente crack, que se remonta a enero de 2019 aproximadamente en las calles 135 y 136 entre Amsterdam Avenue y Riverside Drive, según la Oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan.
Tres miembros -los hermanos Christopher y Ruben Harvis, así como Jesús Pizzini- fueron acusados de un violento apuñalamiento en julio de 2020, durante una disputa por territorio de narcóticos. Policías encontraron más de $4,000 dólares en efectivo y 674 viales de crack en un automóvil durante ese arresto.
Los hermanos Harvis administraron una línea de clientes en la calle 135 desde Amsterdam hasta Broadway, mientras que Miguel Cotto, Jerelle Dunn, Daniel Marquis Velázquez y Jordan Torres se desempeñaron como gerentes de sus propias ubicaciones establecidas, detallaron los fiscales.
Magdalena Díaz, madre de los hermanos Harvis, presuntamente arregló subarrendamientos ilegales para su negocio de drogas. Sharise Harvis también ayudaba a controlar el suministro de cocaína, según la acusación. El hijo de Pizzini, Patrick, fue señalado de operar como un importante narcotraficante y otros delitos, informó New York Post.
“Como se alega, estas personas operaban una red de tráfico de drogas las 24 horas del día, los 7 días de la semana en un área de West Harlem plagada de violencia impulsada por narcóticos y sobredosis”, dijo en un comunicado Cyrus Vance, fiscal de Manhattan. “De hecho, sólo una cuadra de su territorio operativo, West 135th Street entre Broadway y Riverside Drive, fue clasificada recientemente por el NYPD como la más violenta de Manhattan, impulsada en gran parte por esta organización criminal altamente estructurada”.
