El gobierno de Biden está ampliando un programa para alimentar hasta 34 millones de escolares durante los meses de verano, utilizando fondos del paquete de ayuda contra el coronavirus aprobado en marzo.
El Departamento de Agricultura anunció el lunes que continuará durante el verano un programa de pagos que sustituyó a las comidas escolares porque la pandemia dejó a muchos niños con clases virtuales. Las familias de los niños que reúnan los requisitos recibirán 6,82 dólares por niño por cada día de la semana. Eso suma 375 dólares por niño durante los meses de verano.
El secretario de Agricultura, Tom Vilsack, calificó las prestaciones de verano como una «intervención primera en su género, que cambia las reglas del juego, para reducir el hambre infantil en Estados Unidos».
El programa refleja los intentos de la administración Biden de erradicar la pobreza infantil: un impulso sin precedentes con dinero para los padres, los centros de cuidado infantil y las escuelas que podría renovar la red de seguridad social. Los críticos conservadores han advertido que el gasto, si se hace permanente, podría socavar la voluntad de trabajar de los estadounidenses más pobres.
Stacy Dean, subsecretaria adjunta de Alimentación, Nutrición y Servicios al Consumidor de Agricultura, dijo que el Congreso había aprobado previamente una financiación limitada para programas piloto con el fin de probar la eficacia de los pagos. Pero el paquete de ayuda contra el coronavirus permitió que se extendiera a todo el país.
Además de la ayuda alimentaria, los padres recibirán unos 250 dólares al mes a partir de julio por cada hijo de entre 6 y 17 años. Las familias que cumplan los requisitos y tengan un hijo menor de 6 años recibirán 300 dólares mensuales. Los pagos forman parte de un crédito fiscal infantil mejorado que expiraría a finales de este año, según los términos del último paquete de ayuda contra el coronavirus.
El presidente Joe Biden tiene previsto prorrogar los pagos mensuales hasta 2025. La prórroga formaría parte de un plan multimillonario que se anunciaría el miércoles en un discurso conjunto ante el Congreso.
Los legisladores demócratas han pedido que el crédito fiscal mejorado sea permanente. Los senadores Michael Bennet, de Colorado, Sherrod Brown, de Ohio, y Cory Booker, de Nueva Jersey, así como la representante Rosa DeLauro, de Connecticut, han pedido que la bonificación sea permanente. Rosa DeLauro de Connecticut, Suzan DelBene del estado de Washington y Ritchie Torres de Nueva York emitieron una declaración la semana pasada.
«La ampliación de la desgravación fiscal por hijos es la política más importante que ha salido de Washington en generaciones, y el Congreso tiene una oportunidad histórica de proporcionar un salvavidas y de reducir la pobreza infantil a la mitad de forma permanente», decía la declaración del 20 de abril.
Cuando termina el año escolar, los niños han pasado tradicionalmente a otras formas de ayuda alimentaria, como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, también conocido como SNAP. Sin embargo, los funcionarios de la administración dijeron que los programas de alimentación de verano suelen llegar a menos del 20% del número de personas atendidas durante el año escolar.
Los niños podrían tener derecho a la nueva prestación de verano si tienen derecho a recibir comidas gratuitas o a precio reducido durante el año escolar o si son menores de 6 años y viven en un hogar con SNAP. Los niños que ya reciben el SNAP obtendrían las prestaciones como complemento de lo que ya reciben.
