Jorge Beltrao Negromonte da Silveira, su esposa Isabel Pires, y su amante Bruna Cristina Oliveira fueron sentenciados a 70 años de prisión después de ser declarados culpables de asesinar a mujeres y embutir su carne en pasteles que luego comieron y vendieron a los vecinos en Brasil, según documentos judiciales.
Fueron sentenciados durante el fin de semana después ser arrestados en 2012 por matar a por lo menos tres mujeres, informó Globo. El trío, apodado “los caníbales de Garanhaus”, en referencia al barrio de Pernambuco donde se cometieron los asesinatos, fue procesado por matar a Alexandra Falcon Silva (20) y Gisele Helena da Silva (31).
Silveira y Oliverira fueron condenado a 71 años de prisión, mientras que Pires recibió una sentencia de 68 años. Ya estaban cumpliendo cárcel desde 2014 por matar a otra mujer, Jéssica Camila da Silva Pereira. Por ese caso Silveira recibió 23 años de prisión, mientras que su esposa y su amante fueron sentenciadas a 20 años.
El trío atrajo a las mujeres a su hogar ofreciéndoles un trabajo de niñera o dándoles consejos religiosos antes de matarlas. Pires usó un poco de carne humana para hacer pasteles rellenos, algunos de los cuales fueron vendidos a los vecinos.
El resto del cuerpo de las víctimas habrían sido enterrados en el patio trasero.
Antes de la sentencia, el viernes Silveira acusó a su amante de torturarlo a él y a su esposa. “Conozco a Bruna desde que ella tenía 17 años y me dijo que era una bruja. No tengo parte en ello. Isabel y yo fuimos torturados para asumir eso”, dijo, según la prensa local.
El trío llevó a cabo los asesinatos como un “ritual de purificación”, informó anteriormente BBC. En el momento de los arrestos, la policía también descubrió un libro escrito por Silveira titulado “Revelaciones de un esquizofrénico”, en el que afirmaba haber escuchado voces y que estaba enamorado de la idea de matar mujeres.
