Cada año la fibrilación auricular, conocida como AFib o FA, contribuye a la muerte de unos 158.000 estadounidenses.
Se trata de una enfermedad en la que los latidos del corazón son irregulares y la sangre no fluye bien por las cavidades cardíacas. La medicación ha sido tradicionalmente el primer tratamiento que recomiendan los médicos, pero el uso extendido de un procedimiento de extirpación en frío está aumentando las opciones.
Los pacientes con fibrilación auricular pueden no tener ningún síntoma, algunos pueden sentir un temblor en el pecho, o estar sin aliento y fatigados. Con el tiempo, los episodios pueden ser más frecuentes y durar más tiempo.
«Sin embargo, el mayor problema es que en la aurícula, al no estar bombeando, sólo temblando, la sangre puede estancarse y provocar un coágulo, lo que puede causar un derrame cerebral», dijo a Ivanhoe el doctor Oussama Wazni, electrofisiólogo de la Clínica Cleveland.
En un ensayo clínico reciente, los médicos estudiaron el uso de una técnica llamada crioablación como tratamiento de primera línea antes de la medicación. Durante el procedimiento, los médicos utilizaron una sonda con un globo para llegar a la cámara superior izquierda del corazón, y luego utilizaron energía fría para extirpar las células y bloquear las señales eléctricas anormales que causan la arritmia.
«Cerca del 75% de los que se sometieron a la ablación mantuvieron el ritmo sinusal. Y se sintieron mucho mejor, ya que su calidad de vida fue mucho mejor, frente a sólo el 45% en el brazo de los fármacos», compartió el Dr. Wazni.
Como resultado, la FDA amplió el uso del sistema de crioablación Artic Front para tratar a pacientes con fibrilación auricular recurrente.
El sistema se probó como tratamiento de primera línea en tres lugares distintos, dos en Estados Unidos y uno en Latinoamérica, Europa y Australia. Los resultados de los tres respaldaron el uso de la crioablación en pacientes que han sufrido un aumento repentino o una recurrencia de la fibrilación auricular.
